El ajo (alium sativum) baja la presión arterial y mejora la circulación. Desintoxica el cuerpo y lo protege contra la infección por la función inmune del enhancine. Ayuda en el tratamiento de la arteriosclerosis, artritis, asma, cáncer, problemas circulatorios, de los resfríos y de la gripe, problemas digestivos, desórdenes del corazón, del insomnio, de la enfermedad del hígado, sinusitis, úlcera, infecciones por hongos, y de virtualmente cualquier tipo de infección.