DOLOR DE OíDOS remedios caseros-
Lavaban bien el oído con agua jabonosa y después echaban unas gotas de aceite de almendras. También se acostumbraba a exponer el oído a los vahos preparados con flor de "saúco".
Ponían a calentar aceite, ya fuera simplemente rustrido en la sartén, ya al baño María, y así templado vertían unas gotas en el oído.
Igualmente echaban unas gotas de savia exudada de una rama verde de "fresno" puesta a arder en el fuego.
Asimismo freían "ruda" con leche y lo aplicaban en forma de cataplasma tapando la oreja y zona adyacente.
De igual modo freían "ruda" y "manzanilla"; empapaban en ello un algodón y lo introducían en el oído.
Otro remedio también empleado consistía en echar al oído un poquito de leche de una mujer que estuviese amamantando.
En un caso especial de dolor de oídos producido como consecuencia de otra enfermedad, la paciente se curó introduciendo pies y piernas hasta la rodilla en un recipiente de agua caliente con ceniza.
Lavaban bien el oído con agua jabonosa y después echaban unas gotas de aceite de almendras. También se acostumbraba a exponer el oído a los vahos preparados con flor de "saúco".
Ponían a calentar aceite, ya fuera simplemente rustrido en la sartén, ya al baño María, y así templado vertían unas gotas en el oído.
Igualmente echaban unas gotas de savia exudada de una rama verde de "fresno" puesta a arder en el fuego.
Asimismo freían "ruda" con leche y lo aplicaban en forma de cataplasma tapando la oreja y zona adyacente.
De igual modo freían "ruda" y "manzanilla"; empapaban en ello un algodón y lo introducían en el oído.
Otro remedio también empleado consistía en echar al oído un poquito de leche de una mujer que estuviese amamantando.
En un caso especial de dolor de oídos producido como consecuencia de otra enfermedad, la paciente se curó introduciendo pies y piernas hasta la rodilla en un recipiente de agua caliente con ceniza.