Las cosas que ocurren en Polvoredo, si no fuera por lo graves que son, se parecerían a un mal sueño.
EL SUEñO DEL MURO:
Allá por la Primavera a alguien se le ocurrió hacer un muro, que ante la perplejidad de la gente se fue transformando en un curioso banco, un poco estrecho para que el común de los mortales posásemos nuestro orondo trasero.
Hasta aquí todo bien, pero este muro/banco tiene su miga; cerrar el paso de camiones con material para una obra.
El banco/muro no está mal como idea de servicio social a nuestros mayores, que con sus años igual no son de recorrer el pueblo de "la cocina de en cá uno a la cocina de en cá otro" y necesitan dónde posar sus cuartos traseros... Si no fuera por la intención con la que ha sido colocado y por su ubicación: delante de tres contenedores de basura y un buen avispero, y con unas preciosas vistas a un muro de bloques.
¿Acaso creen las "cabezas pensantes"(nótese la ironía) del pueblo que la gente llega allí sin olfato?
He aquí el lucimiento de la instalación de nuestro único y querido banco estrecho.
Estoy a la espera de la colocación de los otros tres bancos que creo, pueden hacer una función parecida o mejor al que ya tenemos. Y para ello, sugiero las siguientes ubicaciones:
Uno en el alto de la cuesta, con vistas a la escombrera y restos de la huesera esparcidos por los alrededores.
Otro en lo alto del Corón, y mirando a Ornedo, o no; para ver quién sube y baja por la carretera.
Y el tercero en la Colladina, para todo aquel que se dedique al deporte rural por excelencia en nuestro querido pueblo: controlar los movimientos ajenos.
Por lo menos en ellos se respiraría aire puro y limpio.
EL SUEñO DEL MURO:
Allá por la Primavera a alguien se le ocurrió hacer un muro, que ante la perplejidad de la gente se fue transformando en un curioso banco, un poco estrecho para que el común de los mortales posásemos nuestro orondo trasero.
Hasta aquí todo bien, pero este muro/banco tiene su miga; cerrar el paso de camiones con material para una obra.
El banco/muro no está mal como idea de servicio social a nuestros mayores, que con sus años igual no son de recorrer el pueblo de "la cocina de en cá uno a la cocina de en cá otro" y necesitan dónde posar sus cuartos traseros... Si no fuera por la intención con la que ha sido colocado y por su ubicación: delante de tres contenedores de basura y un buen avispero, y con unas preciosas vistas a un muro de bloques.
¿Acaso creen las "cabezas pensantes"(nótese la ironía) del pueblo que la gente llega allí sin olfato?
He aquí el lucimiento de la instalación de nuestro único y querido banco estrecho.
Estoy a la espera de la colocación de los otros tres bancos que creo, pueden hacer una función parecida o mejor al que ya tenemos. Y para ello, sugiero las siguientes ubicaciones:
Uno en el alto de la cuesta, con vistas a la escombrera y restos de la huesera esparcidos por los alrededores.
Otro en lo alto del Corón, y mirando a Ornedo, o no; para ver quién sube y baja por la carretera.
Y el tercero en la Colladina, para todo aquel que se dedique al deporte rural por excelencia en nuestro querido pueblo: controlar los movimientos ajenos.
Por lo menos en ellos se respiraría aire puro y limpio.