XX
Pues su hermano el innocente
qu'en su vida sucesor
se llamó
¡qué corte tan excellente
tuvo, e cuánto grand señor
le siguió!
Mas, como fuesse mortal,
metióle la Muerte luego
en su
fragua.
¡Oh jüicio divinal!,
cuando más ardía el fuego,
echaste
agua.