Aunque estoy lejos nunca me he olvidado de mi pueblo, lo llevo siempre conmigo. Olleros, pueblo de nobles mineros. Mi padre era minero y siempre he sido orgulloso de haber nacido en este pequeño pueblo que me ha regalado unos felices años cuando ero un niño. Un saludo a cuantos siguen viviendo en este pueblo. En particular quiero mandarlo a una persona que se llama Angélica.