Arrastra sus zapatillas y sus muchos años camino arriba, diariamente; la vista ya no es la que era y apenas puede divisar el corzo macho que otea, olfatea y vigila el horizonte desde lo alto de las Canales, allá al final, donde la peña se funde con el monte que queda a retaguardia. También arrastra sus zapatillas y sus pocos años camino arriba, a la vera del viejo, la vista recién estrenada y atenta a cualquier cosa que se mueva en el horizonte. El viejo y el niño, camino arriba, desde el pueblo ... (ver texto completo)