Gracias paisana, y de
pueblo, a mucha honra, aunque no podamos vivir en el como nuestros padres, toda la vida. Yo siempre regreso en
verano hasta que la vida me lo permita. Se está tan bien. Y en verano como dice un sobrino mío, viene "Al PARAISO DE ADOBE" Ahora disimulado por el cemento blanco o las paredes de
color, pero dentro dentro, corazón de adobe, resistente, noble, lo mismo guarda el calor en días de frío que el el frío en días de calor.
Saludos.