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LA VEGA DE ROBLEDO: Los Quiñones fueron señores del Castillo de Luna desde...

Los Quiñones fueron señores del Castillo de Luna desde 1369. Pedro Alvarez de Quiñones fue nombrado señor de Luna por Enrique II.

En 1402 Enrique III concedió a Diego Fernández de Quiñones "El de la Buena Suerte", señor de Luna, la merindad de Asturias. Hijo suyo fue Pedro Suárez de Quiñones. Este quinto señor de Luna, Pedro Suárez, fue el antecesor inmediato de los condes de Luna.

Y es que su hijo, Diego Fernández de Quiñones, durante el reinado de Enrique IV - año 1462 - fue nombrado conde de Luna. Este primer conde de Luna, tras someter a Asturias - acompañado de Ares de Omaña - recuperó, para sí, Cangas, Tineo y Allande. Y sometió, tras incendiarla, la villa de Ribadesella.

Hijo suyo fue el cardenal Francisco de los Ángeles Quiñones. También fue hija suya Leonor de Quiñones que fue dama de su Alteza, la Reina Doña Isabel, y que luego llegó a fundar en la Casa Palacio, heredado de su madre, en León (1515) un Convento dedicado a María Inmaculada, las Concepcionistas de León.

Por el año 1473 - antes del reinado de Isabel la Católica - los Condes de Luna eran señores de Astorga, El Páramo, Gordón, Laviana, Llanes y Somiedo.

Con el reinado de los Reyes Católicos los Quiñones - partidarios de Isabel - no pierden sus privilegios. Pero en el 1480 - en el proceso de centralización y modernización del reino - al ampliar el realengo y suprimir señoríos - se desmantela el ya secular poder de los Quiñones en Asturias. Parece que no hubo dificultad en ello: se avinieron a la "saca" o vuelta de sus villas al realengo. A cambio les dan el dominio de Babia y la Ciana...

En 1482 Francisco Fernández de Quiñones, tercer conde de Luna, se casó con Dª Mª de Mendoza. Y estamos ya en pleno reinado de los Reyes Católicos. Y en 1491 muere un representante del pasado, el primer conde de Luna.

Pasados los años, en tiempos del Emperador Carlos V (1516-1556) y de su hijo Felipe II (1556-1598), Claudio Quiñones, cuarto conde de Luna, fue el famoso embajador en el Concilio de Trento (1545-1563), que exigió obstinadamente un puesto más destacado que el de los demás embajadores, ya que él "representaba al Emperador de la cristiandad".

3 - Relaciones entre los Quiñones y otras casas de la nobleza leonesa.

A) QUIÑONES-OMAÑAS:
En el siglo XIV D. Diego Fernández de Quiñones fue acompañado, por D. Ares de Omaña, en sus correrías por la merindad de Asdturias para poner orden, pero más tarde - según la leyenda - hubo una oposición frontal entre los Quiñones y los Omaña. E incluso D. Diego habría llegado a dar muerte a D. Ares en la torre de Ordás, después de haberle invitado a un banquete. La guerra entre Omañas y Quiñones habría asolado también el norte de la montaña leonesa. Ya en el siglo XV los Quiñones pasan a fomar parte de la oligarquía castellana.

- NOTA: Transcribo un texto típico de calumnias sobre el conde de Luna, que ofrece otro final para D. Ares de Omaña. Dice, más o menos: A la sombra de un Rey al que apellidaban el de las Mercedes (Enrique III), el conde de Luna, que tenía un castillo en Barrios de Luna, quiso someter a su dominio el valle de Laciana. Las barbaridades que hizo el conde fueron innúmeras. El conde, con sus huestes, entre las que había hasta moriscos, asolaba la tierra, derribaba las casas solariegas y hacía huir a los hidalgos a las montañas. Los hidalgos caían sobre las retaguardias de Luna y, en una de éstas, don Ares, señor de Omaña, cayó asesinado a traición.

B) QUIÑONES-GUZMANES:
Fueron famosas las duras relaciones y la oposición entre los Guzmanes y los Quiñones del reino de León. Pero las familias, a pesar de ello, se entremezclaron con sus matrimonios:

Ramiro Núñez de Guzmán y Osorio, Señor de Guzmán, Aviados, Toral y Valle de Boñar, que había servido a los Reyes Católicos, contrajo matrimonio con Doña Juana de Quiñones, hija de D. Diego, Primer Conde de Luna.

Al llegar la Guerra de las Comunidades, el de Luna - D. Francisco Fernández de Quiñones, tercer conde de Luna, sobrino de la valiente Dª Juana - encarna el partido del Emperador Carlos V, mientras los Guzmanes capitaneaban a los comuneros - que eran la mayoría del pueblo y el clero. Al final de la guerra, D. Ramiro fue excluido de la carta de perdón que dio Carlos I el 28 de octubre de 1522. Él y sus hijos partirán desterrados hacia Portugal, mientras queda con todo su poderío el conde de Luna.

La mujer de Ramiro Núñez de Guzmán, Dña. Juana de Quiñones, se hizo fuerte en Toral, ante la orden de Carlos I de derribar su castillo, diciendo que era suyo, no de su marido, y que ella era Juana de Quiñones. Además dio orden - a las fuerzas de las demás fortalezas de su marido - de resistirse a los oficiales del Emperador. Dándose la curiosa circunstancia de que los realistas estaban encabezados por un Quiñones y los Comuneros - Guzmanes - tenían el liderazgo de Dña. Juana de Quiñones.

D. Ramiro y Dª Juana fueron los padres del obispo que construyó el palacio de la Diputación, Don Juan Quiñones y Guzmán, enterrado en el convento de Santo Domingo y con estatua orante en San Marcos, y otra en el zaguán de la Diputación.

4 - Escudo de los Quiñones:
El escudo de los Quiñones está formado por veros (vasos) contrapuestos, unos de esmalte blanco y otros de esmalte azul. Se describe como un "Escudo jaquelado [ajedrezado] de quince piezas, ocho de gules [rojo heráldico] y siete de veros [vasos]. Algunos ponen los jaqueles de plata [blanco] y sable [negro].