Hacia 1970 se le quedó a mi padre una cabra encarbada en la peña de Sucacabrón. Para desencarbarlas había que atarse con sogas y bajar hasta el precipicio y sacarlas. Pues cuando ya mi padre estaba próximo a ella, dió un salto y se tiró abajo. El ya la daba por perdida porque creyó que se había matado, que era lo normal, pero su sorpresa fué que por la noche apareció en la corte que teníamos en casa de Torcuato, sin un rasguño.
Pero no paró aquí la aventura de esa cabra. Un tiempo después estaba la vecera de las cabras en Traslaiglesia y vino un lobo a ellas. Tal fué el escandalo que salió desde casa una perra pinta que teniamos y que se llamaba loli y logró ahuyentar al lobo. Pero de toda la vecera justo había enganchado a la misma cabra que se había tirado de Sucacabrón, estaba mordida por la barriga y las patas traseras. La bajamos para casa y la curamos, desinfectandole las mordeduras, pero creidos de que se moriría ya que la creencia popular era que las mordeduras de lobo se infectaban sin remedio y acababa muriendo el animal mordido.
Pues la referida cabra murió de vieja.
Por cierto el día que lo encuentre os colgaré un articulo que dedica Pedro G. Trapiello a la peña de Sucacabrón.
Pero no paró aquí la aventura de esa cabra. Un tiempo después estaba la vecera de las cabras en Traslaiglesia y vino un lobo a ellas. Tal fué el escandalo que salió desde casa una perra pinta que teniamos y que se llamaba loli y logró ahuyentar al lobo. Pero de toda la vecera justo había enganchado a la misma cabra que se había tirado de Sucacabrón, estaba mordida por la barriga y las patas traseras. La bajamos para casa y la curamos, desinfectandole las mordeduras, pero creidos de que se moriría ya que la creencia popular era que las mordeduras de lobo se infectaban sin remedio y acababa muriendo el animal mordido.
Pues la referida cabra murió de vieja.
Por cierto el día que lo encuentre os colgaré un articulo que dedica Pedro G. Trapiello a la peña de Sucacabrón.