El puente Fernández Casado tiene una anchura de 22,5 metros y una longitud de 637 metros, salvando un vano de luz sobre el embalse de 440 metros. Su ingeniería muestra la espectacularidad de las grandes obras acentuando su estética la tela de araña que forman los tirantes de acero pretensado, permitiendo que el propio puente se auto equilibre según el reparto de las cargas, para dar una mejor respuesta a las alteraciones geodinámicas, térmicas, climáticas y mecánicas con la elasticidad lograda por su estructura de acero y hormigón pretensados, formada por dos arpas cuyas torres tienen una altura de 102,3 y 117,3 metros y sustentan la plataforma con 228 tirantes. Esta novedosa concepción de la ingeniería se ve hoy reflejada en la construcción de puentes similares en todo el mundo.
Se finalizó la construcción del puente el mes de agosto de 1.983 y desde entonces ha visto sometida su aparatosidad a la explotación comercial. Anuncios de vehículos en los medios de comunicación, inclusión en guías turísticas y una extensa bibliografía, han hecho de su imagen una de las más conocidas de la provincia, pese a su corta existencia, confiriéndole al tiempo un innegable carácter de monumento provincial.
Se finalizó la construcción del puente el mes de agosto de 1.983 y desde entonces ha visto sometida su aparatosidad a la explotación comercial. Anuncios de vehículos en los medios de comunicación, inclusión en guías turísticas y una extensa bibliografía, han hecho de su imagen una de las más conocidas de la provincia, pese a su corta existencia, confiriéndole al tiempo un innegable carácter de monumento provincial.