Elaboración artesana.
La cosa es muy sencilla: se recoge la endrina cuando ya está madura, hacia septiembre u octubre. En Navarra la venden en algún comercio, en otros lugares lo desconozco.
Posteriormente se mete el fruto en botellas con anís dulce (aquí venden unas garrafas de anís especiales para elaborar pacharán, pero podéis usar el del mono de toda la vida), a razón de unos 200-300 gramos por litro. Una vez hecho esto, simplemente cerrar las botellas con un corcho y dejar macerar unos 8 meses, preferiblemente en un lugar fresco y oscuro.
Hay gente que añade un toque especial: laurel, tomillo, azúcar, canela, manzanilla, etc. Esto es según gustos, es cuestión de que probéis.
Una vez pasado ese tiempo, ya tendremos el pacharán. Hay quien prefiere filtrarlo y embotellarlo o quien lo deja con las endrinas en el fondo de la botella (tal y como ha estado macerando). Así hago yo, pero lo mismo: según gustos.
Hay gente que come alguna endrina de esas que han estado macerando. No son para nada malas, pero cuidado porque como os paséis os podéis agarrar así una moña de la leche, así a lo tonto…
La cosa es muy sencilla: se recoge la endrina cuando ya está madura, hacia septiembre u octubre. En Navarra la venden en algún comercio, en otros lugares lo desconozco.
Posteriormente se mete el fruto en botellas con anís dulce (aquí venden unas garrafas de anís especiales para elaborar pacharán, pero podéis usar el del mono de toda la vida), a razón de unos 200-300 gramos por litro. Una vez hecho esto, simplemente cerrar las botellas con un corcho y dejar macerar unos 8 meses, preferiblemente en un lugar fresco y oscuro.
Hay gente que añade un toque especial: laurel, tomillo, azúcar, canela, manzanilla, etc. Esto es según gustos, es cuestión de que probéis.
Una vez pasado ese tiempo, ya tendremos el pacharán. Hay quien prefiere filtrarlo y embotellarlo o quien lo deja con las endrinas en el fondo de la botella (tal y como ha estado macerando). Así hago yo, pero lo mismo: según gustos.
Hay gente que come alguna endrina de esas que han estado macerando. No son para nada malas, pero cuidado porque como os paséis os podéis agarrar así una moña de la leche, así a lo tonto…