Ese mesón lleva cerrado unos años, si que se comía muy bien, la cocinera y dueña una persona encantadora cercana y de trato muy agradable, todo lo contrario que Iginio su marido de carácter autoritario y hosco. El entorno maravilloso, lástima que no haya continuidad. Saludos a Inés de un mejicano.
No se si autoritario y hosco pero recisa la ortografía porque el que lo regentaba se llamaba Higinio y era su negocio y tenia sus propias formas de llevarlo.