Mi querida, sufrida y abnegada parroquia. Ante todo felicitarnos a todos por el saludable paseito que tuvimos oportunidad de compartir en aquella soleada mañana moldeña. Habida cuenta de las espectativas de dureza y dificultad que en un principio se perfilaban e intuian y como resultado final a tamaña gesta, apenas un hilito de sudor corrio por nuestras frentes, he decidido que para el proximo evento nos acompañe mi señora abuela, quien cuenta con 95 años y estara encantada de llevarnos las mochilas.... ... (ver texto completo)