Quienes hemos tenido la suerte de haber nacido y vivir en este bonito pueblo, sentimos nostalgia porque ahora ya no es lo que ha sido. Recuerdo las primaveras con el esplendor de las montañas, los prados, las tierras de centeno y las huertas de alrededor. Era un regalo para la vista los abundantes arroyos y el reguero con su PINCHEIRA.Saludos para quien lo lea.