Davos es una pequeña ciudad de Suiza, situada a 1.560 m de altitud. Tiene unos 10.000 habitantes, unos trescientos km de pistas de esquí, 100 restaurantes, doscientas tiendas y todos los equipamientos que os querráis imaginar. Estos días sale en todos los noticiarios y en todas las páginas económicas de la prensa diaria en papel y digita. El motivo es que en esta pequña ciudad se celebra el Foro Económico Mundial, dónde se dan cita, desde hace unos años, los dos mil "mandamases" de la política, de las finanzas y representantes o dueños de las multinacionales más importantes de este mundo nuestro.
Este año toda esta colección de poderosos ha abierto el Foro con una máxima muy ambiciosa: "LA GRAN TRANSFORMACION". Veremos cuando acabe, si pasa lo de otros años. En celebraciones anteriores se oyó con insistencia lo de LA REGULACION, incluso a nuestro vecino Nicolás Sarkozy se le oyó aquello de: " REFUNDAR EL CAPITALISMO"
En Davos ha caído esta noche pasada una "curcullada", que no dan las gallinas con el rabo en el cielo, pero casi. Los voluntariosos "indignados", supervigilados, por los alrededores del evento han levantado sus tipis e igloos para resguardarse de las bajas temperaturas. Cuentan los cronistas que Davos es hoy una ciudad de contrastes. Se ven a millonarios jugando a Polo sobre hielo y a idealistas descamisados colgando pancartas de: Davos apesta, Fiesta del chorizo, ¡Socorro, vienen los de las alternativas!.
Para empezar a hacer boca ayer se presentó en el Foro una encuesta hecha a primeros ejecutivos a nivel mundial y sólo el 15% cree que la economía mejorará este año.
De todos es sabido, porque nos martillean con esa información, que Europa está en recesión y hay una amenaza real de que se expanda a todo el mundo; la deuda pública es la fuente de desasosiego de todos los estados; el paro es un caballo percherón desvocado y sin control y quieren controlarlo con una reforma laboral que fije condiciones de despido más baratas; las desigualdades han abierto el umbral hasta cifras inimaginables; todo dios vaticina épocas convulsas y anuncian grandes males para que vayamos asumiendo los grandes remedios que nos venden como necesarios y que nos ahogarán y veremos alejarse nuestros derechos conseguidos con calvarios individuales y colectivos durante siglos.
Gerge Soros, multimillonario él, daba su punto de vista desde el Foro para explicar la situación actual: "Los mercados se han hecho globales y la regulación no". Este análisis que parece una denuncia de cualquier izquierdista, la realiza un señor que el nóbel Paul Krugman definía " como un delincuente de aventuras financieras". Cosas veredes, amigo Sancho.
Un abrazo.
Este año toda esta colección de poderosos ha abierto el Foro con una máxima muy ambiciosa: "LA GRAN TRANSFORMACION". Veremos cuando acabe, si pasa lo de otros años. En celebraciones anteriores se oyó con insistencia lo de LA REGULACION, incluso a nuestro vecino Nicolás Sarkozy se le oyó aquello de: " REFUNDAR EL CAPITALISMO"
En Davos ha caído esta noche pasada una "curcullada", que no dan las gallinas con el rabo en el cielo, pero casi. Los voluntariosos "indignados", supervigilados, por los alrededores del evento han levantado sus tipis e igloos para resguardarse de las bajas temperaturas. Cuentan los cronistas que Davos es hoy una ciudad de contrastes. Se ven a millonarios jugando a Polo sobre hielo y a idealistas descamisados colgando pancartas de: Davos apesta, Fiesta del chorizo, ¡Socorro, vienen los de las alternativas!.
Para empezar a hacer boca ayer se presentó en el Foro una encuesta hecha a primeros ejecutivos a nivel mundial y sólo el 15% cree que la economía mejorará este año.
De todos es sabido, porque nos martillean con esa información, que Europa está en recesión y hay una amenaza real de que se expanda a todo el mundo; la deuda pública es la fuente de desasosiego de todos los estados; el paro es un caballo percherón desvocado y sin control y quieren controlarlo con una reforma laboral que fije condiciones de despido más baratas; las desigualdades han abierto el umbral hasta cifras inimaginables; todo dios vaticina épocas convulsas y anuncian grandes males para que vayamos asumiendo los grandes remedios que nos venden como necesarios y que nos ahogarán y veremos alejarse nuestros derechos conseguidos con calvarios individuales y colectivos durante siglos.
Gerge Soros, multimillonario él, daba su punto de vista desde el Foro para explicar la situación actual: "Los mercados se han hecho globales y la regulación no". Este análisis que parece una denuncia de cualquier izquierdista, la realiza un señor que el nóbel Paul Krugman definía " como un delincuente de aventuras financieras". Cosas veredes, amigo Sancho.
Un abrazo.
