FOLLOSO: Allá por los lejanos 7o, cuando todavía el mundo estaba...

Allá por los lejanos 7o, cuando todavía el mundo estaba dividido en dos grandes bloques, el conjunto chileno Quilapayún recreó una copla muy popular como canción revolucionaria en la guerra civil del 36 que defendía la inocencia de las hortalizas. Quilapayún la recreó contra los ricos que explotaban a los campesinos. En versos octosílabos más o menos empezaba así:
Qué culpa tiene el tomate
que está tranquilo en la mata
y viene un hijo de puta
y lo mete en la lata
y lo manda pa Caracas
.........
Y yo digo que qué culpa tiene el pepino y todo el sector dedicado a la exportación de productos arrancados a la tierra con el sudor
de multitud de campesinos, transportistas, mayoristas, minoristas, almacenistas, técnicos, empresarios. Es un sector que los gabachos ya han empezado a descalificar hablando de "bajo precio", sin ni siquiera hacer una pausa para discernir que a lo mejor es que tenemos una alta productividad. Rusia ha cerrado fronteras a todos los productos de la Comunidad Europea. La Sra. Cornelia de Hamburgo acusó a nuestros pepinos de ser portadores del la bacteria mortífera sin seguir el protocolo. Las alarmas sanitarias todos sabemos que llevan al pánico inmediato y ahí en esasa estamos cuando los análisis dictaminan la absolución para nuestro pepino y es esculpado, pero sin reconocimiento de culpa por parte de las autoridades alemanas.
En esos momentos, aquí en casa, cuando todos a una debiéramos estar contra el difamador del pepino que es inocente, pues no. La culpa es del gobierno. "Ha actuado mal y tarde". La ministra del ramo, Sra Aguilar, lleva batallando desde el jueves pasado, yo la oí al menos. Zapatero en este caso ha salido librado, ahora ha sido culpa de Rubalcaba que estaba dedicado a la sucesión y se descuidó del pepino. Líbreme el ser superior de defender al gobierno, ¡pero por Dios!, ¿dónde vamos con esta Alternativa, según todos los indicios, ganadora?. Esta mañana oía a la Sra. Pastor argumentar que no asistirían a la convocatoria de la Ministra de Sanidad porque en el orden del día no había ningún punto sobre el pepino. Consultas, miras, lees y, coño, el último punto de la convocatoria planteaba la cuestión del pepino. ¡Te quedas pasmao!
Si ya tenemos a Rubalcaba para echarle las culpas para qué vamos a pensar de qué manera actuar, qué exigir, cómo aminorar pérdidas al sector, cómo ser útiles...
Un abrazo con la cayada en la mano.

En Italia decían: ¡piove, porco goberno!
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola Peña,

Pues no, el pepino no tiene la culpa. Pero ya sabemos de sobra lo que
pasa cuando acaece una desgracia así, en la es muy difícil o imposible
encontrar al culpable (s), si es que hay alguno; lo racional ante un
brote de intoxicación alimentaria sería tomar las precauciones
necesarias (cosas así como lavar la verdura, cocinar bien los
alimentos, etc.), y aceptar que los análisis genéticos para encontrar
la cepa tardan un tiempo y que es posible que la pista se pierda
(tratándose de productos perecederos) y que jamás se llegue a
encontrar la causa.

Pero como ya sabemos que los humanos no somos nada racionales, y menos
en masa, así que lo que hacemos es ponernos histéricos, demandar a los
políticos que resuelvan el problema YA y sacrificar inmediatamente al
primer chivo que nos pongan por delante sin juicio y sin pararse a
razonar. Hoy son los pepinos españoles, mañana serán los chinos. En
cualquier caso, nos da un falso sentimiento de seguridad y de
control. Ocurre así una y otra vez.

Tampoco me voy a sumar a los que quemarían en efigie a Frau Storck; no
es que apruebe su gestión, pero vaya papeleta que le ha tocado - como
si España fuera el único lugar donde la expresión "leal oposición"
fuera un mal chiste. No, en cualquier lugar cualquier crisis es una
buena oportunidad para atacar al gobierno de turno. Así que la mujer
encontraba rápido un responsable (preferiblemente alguien muy lejos
sin voz ni voto) o la iban a acusar a ella personalmente de ser el
foco de todas las infecciones. Sabes bien que es así.

Por último, casi me parece inútil pedir compensaciones a Hamburgo o a
la EU; como si lo que sacara se lo fueran a dar a los precarios que
trabajan en los invernaderos de Almería en unas condiciones espantosas
y que serán los que se han quedado en la calle a raíz de esto.

Ana ... (ver texto completo)