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FOLLOSO: Tenía pocas dudas de quién escribía, que no se ocultaba,...

Recuerdo a Antonio mozo cuando yo todavía era un niño. Lo recuerdo como el amigo de mi hermano y como el hermano de mi amigo. Lo recuerdo luciendo aquellos rizos negros de su pelo peinado hacia atrás; lanzando la palanca en los "praos" de la Vega; recogiendo peras redondas en el peral de la huerta; arando con la la pareja de vacas negras; montando e intentando resistir subido en el pollino de Pedro el del Convento; en el monte cortando leña en su quiñón y llevarle la comida con Emma a él y a mi hermano; iendo a la feria de Riello; pasar por delante de mi casa camino del Castillo. Aún retumban en mi memoria, como si fuese ayer, sus "gritidos" cuando volvían de alguna fiesta o cuando marchaban y echaban alguno desde el alto de las tierras del camino del Castillo, cuando iba con mi hermano a cortejar mozas al otro lado del Río. Te veo en casa Sandalio el día de Pascua en el Castillo. Te recuerdo, Antonio, cuando marchaste a desposarte a Valbueno, oigo los cohetes y veo la nubecilla de humo que dejaban en aquel cielo azul único, anunciando la buena nueva: un mozo de la Lomba va a casarse.
Tú marchaste, yo marché. No volvimos a sabernos, siempre por terceras personas y de oídas, hasta que llegó un 14 de Abril que tranquilamente, sin hacer ruído y recalcando las obligaciones de cada cual, mi padre, el de la boina eterna, se despidió. Y allí, en Folloso, ayudaste a cabar la fosa en la Iglesia Vieja y me acompañaste en el sentimiento y en la ceremonia y ayudaste a llevar la caja y dentro del cementerio ejerciste de amigo del hermano mayor y en un intento mío, después de dar sepultura a mi padre, de encender un cigarro, todavía dentro del cementerio, me dijiste, "espera a que salgamos fuera, no seas irreverente". Esa fue la última vez que te vi y hablamos. Antonio, que descanses, ya sea en Folloso o en la Magdalena.
Sirva esta para acompañar, desde la distancia, a Lisardo, a Jesús, a Milagros, a Emma y a toda la familia, en estos momentos tristes.

Gracias P. Valdevés. Gracias a tí y gracias a los foreros y no foreros, que hoy, por docenas, nos acompañaron en la despedida de mi Hermano. Muchas gracias.

Tenía pocas dudas de quién escribía, que no se ocultaba, con el seudónimo de
Anónimo, pero hoy leyendo los mensajes de pésame que has recibido, mis dudas se han disipado por completo y aunque soy reacio a intervenir en estos foros, prefiero ser "voyeur", debo romper mi costumbre para unirme a todos los que te han acompañado en tu dolor por la pérdida de tu hermano Antonio, a quién tuve la ocasión de conocer, lo mismo que a tí, hace ya muchos años.
Un fuerte abrazo
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Robledo:
Agradezco de corazón tu testimonio de pésame. No se quien eres, pero veo que nos conocemos. Espero me des una pista para poder identificarte. Un abrazo.