La pradera sigue ahí lo que ocurre que ahora no hay pasto porque no hay
vacas y la maleza va ganando terreno. Cerca de la cabaña han hecho un depósito para que puedan cargar
agua los helicópteros en caso de incendio. Yo estuve ahí el año pasado después de casi 16 o 17 años y la verdad es que está un poco cambiado el
paisaje, pero ahí sigue el riachuelo con sus
aguas tan claras y frías y también se ve alguna que otra trucha.