Caboalles de abajo,
¡Cuántas cosas te diría!
En aquel Pozo de María,
fue donde yo empecé
con mi primer empleo
trabajando de minero,
y después de haber trabajado
treinta y siete años,
como empleado de "La Minero",
llega a mi el recuerdo
de ese hermoso pueblo
donde recibí tanto cariño.
Allí nadie era forastero,
y viene a mi recuerdo
"El Hombre de las Nieves"
con su blanca cabellera,
blanca barba, blanca cara,
blanca era su sabiduría.
Daba gusto escuchar
su eterna filosofía,
que aun yo conservo
y la recordaré toda mi vida.
Aquel sabio consejo
que daba el blanco viejo:
"El ajo es el medicamento
que necesita nuestro cuerpo"
Ya nadie se acordará
de aquel sabio viejo,
que aparecía por las noches
en el Pozo de María,
para espantar el frio
que en Caboalles hacía.
Abrazos de Anselmo Prada León
¡Cuántas cosas te diría!
En aquel Pozo de María,
fue donde yo empecé
con mi primer empleo
trabajando de minero,
y después de haber trabajado
treinta y siete años,
como empleado de "La Minero",
llega a mi el recuerdo
de ese hermoso pueblo
donde recibí tanto cariño.
Allí nadie era forastero,
y viene a mi recuerdo
"El Hombre de las Nieves"
con su blanca cabellera,
blanca barba, blanca cara,
blanca era su sabiduría.
Daba gusto escuchar
su eterna filosofía,
que aun yo conservo
y la recordaré toda mi vida.
Aquel sabio consejo
que daba el blanco viejo:
"El ajo es el medicamento
que necesita nuestro cuerpo"
Ya nadie se acordará
de aquel sabio viejo,
que aparecía por las noches
en el Pozo de María,
para espantar el frio
que en Caboalles hacía.
Abrazos de Anselmo Prada León
