Hola Isabel:
Tu idea me parece muy buena, es más, el Ministerio de Agricultura en sus posters reconoce el Queso de Babia y Laciana. Creo que es fácil hacer la fábrica, hay que tener dinero y pedir las ayudas correspondientes. El problema es posicionarse en el sector para que el producto fabricado se venda y sea rentable. ¡Ojala! se creen unos cuantos puestos de trabajo, ¿ocho, diez?, pero esto no va a solucionar la sangría de empleos que hubo, está bien, es mejor esto que nada. Pero, Isabel, nunca va a ser como antes, Caboalles tiene que mirar al futuro como un pueblo más pequeño, nunca, en las condiciones actuales, va a llegar a tener la población que tuvo, por muchas pequeñas empresas que se creen. No es un comentario pesimista, es realista. Y me alegra que, por ejemplo, Juan Castaño haya puesto una fábrica en Villager y que tenga cerca de veinte empleados. Hagamos lo posible por crear puestos de trabajo de calidad y en diferentes sectores, diversifiquemos la producción para que nunca vuelva a ocurrir lo mismo que con la minería, pero aunque seamos menos que vuelva la alegría.
Tu idea me parece muy buena, es más, el Ministerio de Agricultura en sus posters reconoce el Queso de Babia y Laciana. Creo que es fácil hacer la fábrica, hay que tener dinero y pedir las ayudas correspondientes. El problema es posicionarse en el sector para que el producto fabricado se venda y sea rentable. ¡Ojala! se creen unos cuantos puestos de trabajo, ¿ocho, diez?, pero esto no va a solucionar la sangría de empleos que hubo, está bien, es mejor esto que nada. Pero, Isabel, nunca va a ser como antes, Caboalles tiene que mirar al futuro como un pueblo más pequeño, nunca, en las condiciones actuales, va a llegar a tener la población que tuvo, por muchas pequeñas empresas que se creen. No es un comentario pesimista, es realista. Y me alegra que, por ejemplo, Juan Castaño haya puesto una fábrica en Villager y que tenga cerca de veinte empleados. Hagamos lo posible por crear puestos de trabajo de calidad y en diferentes sectores, diversifiquemos la producción para que nunca vuelva a ocurrir lo mismo que con la minería, pero aunque seamos menos que vuelva la alegría.