Sus gentes como en antaño no pierden
costumbres ancestrales hoy en día muchos dirían prehistóricas, como la
agricultura, por aquí aún se cosechan las patacas, fabas, guisantes, miel, se crían buenos
cerdos para realizar la
matanza, ir aún a lavar a los
lavaderos de La
Fuente, ir a misa los domingos, dar un buen
paseo por sus espléndidos
paisajes verdes o para los más atrevidos, pegarse un baño en el
río desde una peña.