Es un cuadro sorprendente. Una casa rural que tiene rasgos arquitectónicos de una llamativa reciedumbre agónica El pintor ha sabido descubrir esta lucha del tiempo entre los muros de la casa Amable. En la parte inferior del cuadro se nota la decadencia rural de una casa cuyos moradores la han dedicado a humildes labores rurales, amontonándose en su derredor tubos, puntales, escaleras, tierras y plantas sin ningún orden ni concierto, mientras que en la parte superior del cuadro se señala con gran maestría la techumbre del edificio con elementos arquitectónicos almenados que apuntan hacia el cielo en sitios estratégicos destinados a ser morada previlegiada.
Por si fuera poco, el pintor ha acumulado en la casa colores cárdenos y ocres ensangrentados que contribuyen a corroborar esta lucha agónica del tiempo que se esfuerza por sobrevivir a un pasado esplendoroso ya lejano. Un cielo azul radiante y unas nubes arreboladas en la parte superior del cuadro realzan el sabio contraste con la parte inferior del cuadro, que sucumbe a una realidad prosaica que el tiempo trata de narrar. Sabio cuadro de una sabia estructura en su composición pictórica.
Por si fuera poco, el pintor ha acumulado en la casa colores cárdenos y ocres ensangrentados que contribuyen a corroborar esta lucha agónica del tiempo que se esfuerza por sobrevivir a un pasado esplendoroso ya lejano. Un cielo azul radiante y unas nubes arreboladas en la parte superior del cuadro realzan el sabio contraste con la parte inferior del cuadro, que sucumbe a una realidad prosaica que el tiempo trata de narrar. Sabio cuadro de una sabia estructura en su composición pictórica.
