Esquina de la casa de Bonifacio, ARDON

Destaca en primer plano la esquina de la casa de Bonifacio, en segundo término la casa de Abundio y, antepuesta a ésta, la entrada (más bien el promontorio donde la misma se ubica) de la cueva de Tiniano, de la que tanto hemos hablado.
La ventana, la chimenea y ese pico de gorrión del vértice del alero son elementos a destacar, como reliquias antiguas, hoy irrepetibles.
A mi me llama la atención preferentemente la simbiosis que se aprecia, prácticamente en todos los aspectos, entre estas viejas construcciones y la manifestación de fuerza de la naturaleza invadiéndolo todo. Es más, creo que esa simbiosis vence con naturalidad y prácticamente absorbe la presencia de elementos modernos -farolas, cables, torretas, señal de tráfico- que, aunque están ahí, no solo no rompen la armonía, sino que hasta parece que le dan vida al conjunto con sus líneas curvas.
Un paisano se Sabino Ordás.
(Agosto de 2001)