Pertenece al Ayuntamiento de Trespaderne.

IGLESIA dedicada a S. Clemente y antes lo estuvo a Santa María. Aspecto exterior pobre, tampoco el interior destaca gran cosa. Las troneras de la espadeña son de arco gótico.

El MOLINO sobre el ríao Jerea con dos piedras, que en la actualidad no funciona, fue construido a mediados del siglo XVIII con un préstamo de 600 ducados concedidos también al pueblo de Bascuñuelos por lo que sus dos partes correspondieron a este último y una parte a Virués. Posteriormente pasaría a dominio privado. Aprovecha una presa levantada poco más arriba del puente. El molino poseia tres piedras, dos "blancas" trigo pan y una "negra" pienso para el ganado; se reconstruyó hacia el 1940 siendo el restaurador y último molinero EL SEÑOR TOMAS MARTINEZ el cual lo dotó de una turbina y transmisión de avanzada para los tiempos que corrían, es triste saber que hoy está desmantelado, nostalgia y amor para Virues, su molino y el extraperlo.

El PUENTE sobre el río Jerea, a las afueras de pueblo en dirección a Santotís constaba de de cinco ojos de arco apuntado, varios de gran solidez, y otros posteriores de medio punto. Este puente ya no existe, solo nos queda su imagen a los del lugar y alguna que otra foto y pintura de algún aficionado. Por ser demasiado estrecho para las exigencias del progreso y no teniendo en cuenta su valor monumental e histórico ha sido destruido y sustituido por otro de construcción moderna. Esta sustitución ha sido la causante de que las crecidas hayan derribado la presa que lleva años sin ser reparada.

5 de Septiembre San Lorenzo.

El término VIRUÉS es posible que etimológicamente haya que relacionarlo con la palabra vasca "buru" que significa final, cabeza o altura. Efectivamente el caserio, alargado y breve, está situado en una colina a orillas del río Jerea. A principio del siglo XIX se desgajó del Valle de Tobalina para agregarse a Trespaderne de quien se haya más cercano. Este pueblo fue disputado por Frias a Oña cuyos monjes aseguraban que les pertenecía anque en realidad solo les correspondía una pequeña parte desde un siglo antes. Les sería devuelto momentáneamente a fines del siglo XIII para quedar después en la vecindad de Frías como atestigua el Becerro. El Monasterio de Oña estuvo de todas las formas siempre bien heredado en este pueblo cobrando incluso las infurciones.

En el centro de el pueblo existe un manantial con agua excelente durante todo el año.
También se conservaba el lavadero, pero fue rellenado por el peligro que suponía, sobre todo para la "chavaleria".