Villalibado: Palomar y girasoles, VILLALIBADO

Foto P. Pérez:
Hoy día, todavía encontramos los palomares típicos castellanos en los que se refleja la arquitectura popular de esta tierra y que servían para complementar la economía doméstica de los agricultores. Hoy son un elemento más dentro de un paisaje austero y muchos de ellos se encuentran abandonados. Estas construcciones, vinculadas a la economía familiar, tenían - y todavía hoy tienen -como finalidad la cría de pichones, ave que ha formado parte de la gastronomía típica de la villa hasta épocas bien cercanas. Su misión era el cuidado y aprovechamiento de las palomas como complemento del trabajo agrícola que, aunque tiene su origen en la tradición romana, comenzó a desarrollarse como una verdadera cultura a finales del siglo XVIII.