VILLALIBADO (Burgos)

Vista aérea del pueblo, en el mes de agosto
Foto enviada por José Alonso Manjón

Hablar de Villalibado es hablar del Ave Fénix.
Un pueblo pequeño, casi condenado, del que la mayoría de sus habitantes se alejaron hace muchos, muchos años. Sólo algunos volvían a visitarlo en verano, cuando la vida y el sol les permitía hacerlo.
Es un lugar querido. Aquellos que permanecieron en él supieron quererle durante todo este tiempo, pese a sus canas, sus arrugas, su cansancio y su melancolía. Nunca estuvo totalmente abandonado. Nunca solo. Siempre hubo alguien dispuesto a regresar, aun ... (ver texto completo)