Arte Rural, TUBILLA DEL LAGO

Por Yolanda Carranza Berezo
Grafiti y mural: ¿son lo mismo?

Una diferencia casi inmediata entre ambos es que el mural se realiza sobre paredes o muros, mientras que los grafitis sobre inmuebles urbanos. La intencionalidad y el lenguaje de este último gira en torno a contenidos de carácter político o social, desde un punto de vista de protesta o rechazo. Algunos de los más populares han sido: "L'imagination au pouvoir" (la imaginación al poder) o "Sous les pavés il y a la plage" (bajo los adoquines está la playa), que hicieron referencia a los disturbios en París en mayo de 1968. Entonces podría afirmar que el dibujo del payaso hace referencia a un mural.

Grafiti es un término tomado del italiano 'graffiti', que se traduce a marca o inscripción hecha rascando o rayando un muro. Tuvo una fuerte influencia en la cultura del Hip Hop en los Estados Unidos durante los años 70, convirtiéndose en uno de los cuatro elementos de este movimiento artístico. En el caso de los murales, han sido uno de los soportes más usados en la historia del arte, siendo la pintura rupestre la primera de la historia. Esta forma de expresión tuvo un fuerte auge durante las épocas antigua, romántica y el Renacimiento; de acuerdo a sus características tiene un carácter decorativo en la arquitectura de los establecimientos. Los elementos más comunes son la monumentalidad y poliangularidad; y su técnica principal es el fresco. En ese sentido, por el trabajo empleado, la destreza y pericia para elaborarlos, estos son más artísticos y pictóricos, que los grafitis.

Para la mayoría de la sociedad, el grafiti es sinónimo de ilegalidad o vandalismo, que a través de expresiones transgresoras dejan ver el inconformismo frente a diversas situaciones de coyuntura general. Pero más allá de entrar en un debate ético, moral y filosófico sobre ello, la condición y forma de expresión de los murales y grafitis deja ver una serie de potencialidades humanas y artísticas que envuelven la cotidianidad de las ciudades a nivel mundial. Los primeros (grafitis) surgieron tras movimientos culturales experimentados en Norteamérica y América Latina, que fueron adquiriendo popularidad entre los 'artistas callejeros' llamados grafiteros. Algunos expertos en el tema como Lynn, N y Lea J. S sostienen que "el grafitis se forma a través del texto, el contenido y la opinión social; formando así una comunicación visual".

De otro lado, mediante el arte del mural en México surgió el movimiento 'Muralismo', el cual se desarrolló a principios del SXX. Este se dio con la finalidad de unificar al país después de la revolución, evidenciando de cierta forma la situación política y social del México post-revolucionario. En ese sentido, con base en lo analizado en los diversos contextos se podría decir que no existen diferencias marcadas en cuanto a la elaboración y proyección de murales o grafitis, en cambio sí reflejan implícitamente una realidad determinada.