la sombra del ciprés es alargada, SANTO DOMINGO DE SILOS

El claustro de Silos transmite a todos sus visitantes una mezcla de sensaciones provocadas por la armonía de las formas y el equilibrio entre el espíritu y la capacidad creadora del hombre. Tiene dos pisos, su planta semeja un cuadrilátero irregular y sus obras se llevaron a cabo entre finales del siglo XI y comienzos del XIII. A la sombra de su famoso ciprés —plantado hacia 1883 por los monjes franceses que se instalaron en el abandonado monasterio— es fácil hacerse una idea completa de la organización y estructura generales del claustro. Su planta es un cuadrilátero irregular cuyos lados no se cortan en línea recta. Las galerías meridional y septentrional son más largas, unos 33 metros y presentan 16 arcadas, mientras las que se abren hacia el este y oeste son un poco menores y sólo cuentan con 14 arcos cada una. Otro elemento, además de sus extraordinarias dimensiones en comparación con otros claustros románicos, que destaca y singulariza el claustro silense son dos pisos superpuestos, que a pesar de la diferencia cronológica de su terminación mantienen una perfecta unidad de estilo.