Se conoce que en el
medievo esta poderosa orden de caballeros tenía en su poder el cáliz de
Cristo. ¿Dónde lo ocultaban? Puede que en la bella
ermita de
Santa María de Siones,
valle de Mena, y por su nombre emparentada con el enigma del Priorato de Sión, también involucrado en la ocultación del Grial. Tal vez en algún
rincón del vecino
pueblo de
Criales -plural de Grial- o en la cercana ermita de
San Pantaleón de Losa. Un lugar aislado e inaccesible sobre la imponente Peña Colorada que perteneció a la Orden de San Juan de Jerusalén.