POZA DE LA SAL
En Poza, burebana y salinera,
la piedra renacida se enamora,
y el cielo se hace alondra soñadora
y el campo se hace eterna primavera.
Te abraza el río Omino en su ribera
colmándote de espuma evocadora,
y el castro se perfila con la aurora
sintiéndote bucólica y guerrera.
En Poza, amurallada y combatiente,
se juntan los caminos del presente
con sendas palpitantes del pasado.
En Poza, corazón de las salinas,
un hálito de sales cristalinas
se eleva por un cielo esperanzado.
En Poza, burebana y salinera,
la piedra renacida se enamora,
y el cielo se hace alondra soñadora
y el campo se hace eterna primavera.
Te abraza el río Omino en su ribera
colmándote de espuma evocadora,
y el castro se perfila con la aurora
sintiéndote bucólica y guerrera.
En Poza, amurallada y combatiente,
se juntan los caminos del presente
con sendas palpitantes del pasado.
En Poza, corazón de las salinas,
un hálito de sales cristalinas
se eleva por un cielo esperanzado.