PEÑARANDA Y ALBERTI
Los versos van sin descanso
por la Ribera del Duero,
y el río traza un remanso
que me suena a romancero.
Aquel Rafael Alberti
que hablo de mulas y arrieros
nos dijo que el buen sentir
lo tienen los carreteros.
En Peñaranda escribía
del mar y del mismo Duero,
en su cerebro tenia
un corazón marinero.
Peñaranda con castillo
en la Ribera del Duero,
Alberti con su gran brillo
hablo de cuatro muleros.
“Castellanos de Castilla”
duros como el mismo acero,
con una vida sencilla
son perfectos caballeros.
Peñaranda sin retorno,
Peñaranda junto al Duero,
hoy me envuelvo en su contorno
buscando su romancero.
Sigo el camino de Aranda
como buscando un te quiero,
y atrás dejo a Peñaranda
con aires de aventurero.
G X CANTALAPIEDRA.
Los versos van sin descanso
por la Ribera del Duero,
y el río traza un remanso
que me suena a romancero.
Aquel Rafael Alberti
que hablo de mulas y arrieros
nos dijo que el buen sentir
lo tienen los carreteros.
En Peñaranda escribía
del mar y del mismo Duero,
en su cerebro tenia
un corazón marinero.
Peñaranda con castillo
en la Ribera del Duero,
Alberti con su gran brillo
hablo de cuatro muleros.
“Castellanos de Castilla”
duros como el mismo acero,
con una vida sencilla
son perfectos caballeros.
Peñaranda sin retorno,
Peñaranda junto al Duero,
hoy me envuelvo en su contorno
buscando su romancero.
Sigo el camino de Aranda
como buscando un te quiero,
y atrás dejo a Peñaranda
con aires de aventurero.
G X CANTALAPIEDRA.