Iglesia de San Esteban Protomártir, MORADILLO DE SEDANO

El actual templo de San Esteban presenta una clásica planta de nave única muy estructurada en los paramentos, con arquerías exteriores e interiores. Su cabecera, rehecha en el siglo XVI, no eclipsa una obra arquitectónica románica de gran categoría, a la que se suma uno de los programas escultóricos más refinados de toda la comunidad. Destaca el tímpano con un Cristo en mandarla, rodeado por el Tetramorfos, con escenas del antiguo y del nuevo testamento.
Descripción
Iglesia de San Esteban de Moradillo de SedanoLa Iglesia de San Esteban Protomártir de Moradillo de Sedano es una de las construcciones más importantes del románico burgales, tanto por su arquitectura como por la buena decoración escultórica e iconografía que presenta. Datada en el año 1188, tal como viene indicado en el cimacio de una de las ventanas, se levanta elevada sobre el actual caserío, al que domina desde el sur.
Está construida en sillería de caliza, con una única nave de tres tramos con la portada abierta en un antecuerpo de la fachada sur. La primitiva cabecera fue sustituida por otra cubierta con bóveda estrellada, de estilo renacentista, en la segunda mitad del siglo XVI. Los muros son muy robustos, lo que permite que el peso de la bóveda de cañón apuntado de las naves no requiera ayudas externas. En el norte aparece el husillo de acceso a la torre, prismática, que se levanta sobre el tramo oriental de la iglesia; su cuerpo superior es moderno y solo conserva como original el cuerpo inferior.
La fachada sur, la más decorada, está dividida en tres tramos que se corresponden con los internos de la nave y también en dos niveles. En el inferior, en la parte occidental, aparece una arquería ciega formada por tres arcos y en el oriental otra pero con dos arcos; en el tramo central aparece la portada. Las arquerías están formadas por arcos ligeramente apuntados, decorados con baquetones y tornapolvos con perfil de nacela, que se descansan en jambas los laterales y capiteles los centrales. Sobre las arquerías aparecen ventanas rasgadas, con arcos de medio punto con tornapolvo y apoyados en columnas; en la oriental aparece una especie de fronton decorado con acantos helicoidales y dos florones en las enjutas.
En el interior aparece un arco ciego por tramo, recorridos por dos impostas, una en el arranque de las bóvedas y otra a la altura del alfeizar de las ventanas. En el norte, donde no hay ventanas abiertas al exterior, aparecen arquerías ornamentales. La parte más llamativa del interior es el triple haz de columnas que recoje el arco fajón del segundo tramo de la nave por el sur, con fustes en zig-zag, además del curiosísimo encaje de los sillares de las arquerías ornamentales interiores.
La portada está centrada en un tímpano rodeado por tres arquivoltas de medio punto, las dos internas con personaes dispuestos en sentido radial y la tercera con un friso de acantos bien realizados. Los arcos apean en jambas escalonadas en las que se acodillan tres columnas con capiteles coronados por una imposta de listel, junquillo y nacela. El capitel de la izquierda muestra una representación de la Última Cena, muy erosionada; el centro del relieve lo ocupa la imagen de Jesús, el cual podría tener su brazo erosionado para dar de comer a la figura de Judas; a cada lado aparecen seis apóstoles, pero los del lado izquierdo no son visibles al estar tapados por el pórtico. En los tres capiteles siguientes se afrontan animales fantásticos, los del primero con cuerpo alado y escamoso, de cuello largo y sobre fondo vegetal; siguen dos esfinges opuestas y en el capitel interno de este lado izquierdo dos grifos. En el lado derecho, el capitel interno muestra dos animales alados con escamas y una cola larga que juntan sus cabezas sobre un acanto; en el siguiente dos parejas de aves y luego dos leones bien realizados; en el siguiente, a pesar de su erosión, un caballero con la lanza en ristre que embite contre otra figura, quizás en una escena de combate.
La arquivolta inferior de la portada está decorada con las imágenes de los veinticuatro Ancianos del Apocalipsis, representadas en torno a un angel con las alas desplegadas. Algunos ancianos aparecen sedentes, coronados, tocando instrumentos musicales, como violas o flautas, otros con rollos y otros con pomos.
La arquivolta central muestra un ciclo de la infancia de Jesús tan completo como desordenado, que aparece dominado por las escenas de la Matanza de los Inocentes; los soldados aparecen con cota de malla y pasando a espada a numerosos infantes ante sus madres, incluso uno a caballo se dirige hacia una que sostiene a su hijo en brazos. Aparece también un centauro disparando con su arco a un personaje, quizás Sansón, desquijando a un león, un grifo pasante y un combate de un guerrero con un león rampante al cual le clava la espada. Entre estas escenas se intercalan los episodios de la Anunciación, la Visitación y la Huida a Egipto; éste último muestra la escena en la que la palmera se pliega sobre María para ofrecerle sus frutos.
El tímpano de la portada está presidido por la figura de Cristo descalzo y entronizado, con barba rizada y cabellera larga, que sostiene un libro cerrado en su rodilla izquierda, mientras que con la mano debía señalar el libro o bendecir. Este Cristo en mandorla aparece rodeado por el Tetramorfos bajo la forma de tres ángeles que portan los protomos de los animales simbólicos y el ángel Mateo. Hay que indicar que las partes rotas de estas figuras fueron completadas en época posterior. En la mandorla aparece un texto del Apocalipsis (V, 5) que dice: VICIT LEO DE TRIBV IVDA, RADIX DAVID, ALLELUIA. En el extremo del tímpano aparecen dos personajes de difícil identificación.
Los capiteles de los arcos del exterior y también del interior muestran un amplio y magnífico repertorio en cuanto a decoración vegetal. Predomian cestas con acantos, con nervios marcados y escotaduras fuertes. En cuanto a las figuras se recorre a los mismos motivos que los de la portada, representando esfinges, dragones, sirenas,...