En la playa conocimos a un contador de la ciudad de Curitiba, del Estado Du Paranà, que tiene un depto. en Camboriù. El y su esposa nos dijeron que la gestiòn de Lula no fue satisfactoria y no tienen mucha fe en la actual presidenta. Los alquileres son altos y los sueldos no alcanzan para vivir dignamente. A un empleado del hotel, lo ayuda su ex esposa a mantener a su hija que vive con èl. A pesar de todo, el brasileño tiene una filosofìa de vida especial; bailan y cantan aùn con todos los obstàculos
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Esta gente, después de todo, te tienes que descubrir ante ellos, son
felices, con lo poco que tienen, nosotros miramos a ver si la camisa pega con la chaqueta o si las medias son del
color del bolso. Estas pequeñeces, para ellos, no tienen ninguna importancia, si pueden
comer, ya es mucho. Un abrazo