Este retablo situado en el brazo izquierdo del crucero estuvo desde siempre dedicado a la Virgen de la O, también llamada Virgen de la Expectación del Parto. Después de la reformas hechas en la iglesia hacia los años 70 (reforma que resultó una catástrofe para el contenido artístico de la iglesia, con pérdida de varios retablos y del edificio de la Antesacristía), se retiró la imagen titular, que era de vestir, y se colocó en su lugar a la Virten del Rosario, esta imagen tenía retablo propio justo a la derecha de este mismo, era de estilo barroco (existen fotos de cómo era este retablo) y tenía enfrente de él, al otro extremo del crucero, otro retablo de similares características y su misma época y dedicado a San Antonio de Padua (también quedan fotos de cómo era este retablo); es una pena que fuesen desmontados y enajenados, tenían un gran valor. En cuanto al retablo de la foto (falsamente de la Virgen del Rosario), hay que decir que fue construido a finales del siglo XVII por el maestro retablista Lorenzo Vélez de Bareyo, cobrando por el trabajo tres mil trescientos reales. Consta documentalmente que el año 1701 se acabó de pagar las últimas cantidades por esta obra. Este artista trabajó intensamente por todas estas comarcas castellanas, habiéndose documentado multitud de trabajos suyos. Hay que decir que la restauración es inmejorable, el retablo luce en todo su explendor. El origen de esta advocación que ahora nos puede parecer extraña, tiene su origen en la protección que invocaban a la divinidad las madres a punto de dar a luz en unos tiempos en que la mortalidad posparto era muy alta en los infantes y el peligro que suponía para las madres las posibles fiebres puerperales.
