Peñacorva 1 VIII 2004, CERNEGULA

El Vallejo de la Peñacorva, con sus piedras roídas por el paso del tiempo, es 'bonito' dentro de su sencillez, más que por la belleza en sí, que la tiene, por los innumerables recuerdos de infancia que nos trae. Cuando íbamos a buscar nidos en primavera o a asar patatas en la ya frescas tardes de principios del otoño. ¡Cuántas tardes no habremos pasado por estos solitarios lugares!
ESPERO QUE SE CONSERVEN ASí MUCHO TIEMPO MáS. Que no seamos capaces de destruir en una generación lo que el tiempo...