Se sugiere por parte de conocedores del lugar, el acudir a disfrutar durante el mes de mayo del "mar de Campillo".
Podrán ver ustedes una basta extensión de verdes cebadas tan solo interrumpida por el barbecho. No faltarán las olas, a poco que el viento nos premie con su presencia.
Si por casualidad lloviera por la tarde, tendremos la ocasión de envolvernos en la habitual cascada de colores en el cielo. Pero en el húmedo mayo el verde de las cebadas se muestra vivo, multiplicado por las gotas de agua que reposan sosteniéndose en las primeras espigas.
Podrán ver ustedes una basta extensión de verdes cebadas tan solo interrumpida por el barbecho. No faltarán las olas, a poco que el viento nos premie con su presencia.
Si por casualidad lloviera por la tarde, tendremos la ocasión de envolvernos en la habitual cascada de colores en el cielo. Pero en el húmedo mayo el verde de las cebadas se muestra vivo, multiplicado por las gotas de agua que reposan sosteniéndose en las primeras espigas.