La cartuja de Miraflores se edifico como
palacio de recreo a principio del siglo XV,
posteriormente el rey Juan II la cedió a la orden de los cartujos para que la convirtieran en
Monasterio y Panteón Real, Juan de Colonia fue el encargado de construir esta obra del
gótico final a finales de dicho siglo.
El
edificio es austero tanto exterior como interiormente, pero contiene uno de los conjuntos funerarios más extraordinarios de toda la
escultura gótica europea.