En la
fachada de la
puerta de
Santa María. El cuarto cuerpo de la fachada lo conforman las dos
torres, ya exentas, que rematan las dos
calles laterales. En este nivel se abren también dobles
ventanales. A diferencia de los del anterior cuerpo, aquí cada
ventanal está dividido por un fino mainel. Completan la decoración,
esculturas que representan a testigos de
Cristo (
san Lorenzo, María Magdalena, san Francisco de Asís o
santo Domingo de Guzmán) en la
torre norte, y los evangelistas y los padres de la
Iglesia en la sur.
Juan de Colonia, ya en el siglo XV, es el autor de los antepechos decorativos que presentan ambas torres en su parte superior. Sirven también para ocultar los potentes tambores octogonales sobre los que se levantan las agujas. En la torre izquierda, San Juan Bautista preside la balaustrada rodeado de la inscripción Ecce Agnus Dei ("He aquí el Cordero de Dios"). En la derecha, Cristo resucitado con la leyenda Pax vobis ("La paz sea con vosotros").
Al mismo arquitecto debemos otro gran antepecho con el que se remata la parte central de la fachada. Allí Juan de Colonia representa una
Virgen coronada con el Niño, revestida con el sol y la luna y rodeada de dos ángeles turiferarios. A ambos lados, la inscripción Pulcra es et decora ("Hermosa eres y bella"). El artista se permite la licencia de prescindir de la H de Pulchra para un mejor encaje en el espacio disponible.
Las dos torres sirven para albergar las
campanas del templo. Hay un total de quince campanas distribuidas en ambas torres. Doce son de uso litúrgico y tres de
reloj, la más antigua del año 1350.