El espectacular
retablo de la
capilla de
Santa Ana de la
Catedral de
Burgos fue ejecutado hacia 1483 por Gil de Siloe
Antológico ejemplo del
arte gótico tardío, su minuciosidad y búsqueda del detalle recuerda un gran tapiz colgado del muro.
Dorado y policromado por Diego de la
Cruz, el tema iconográfico central representa, a través del
Árbol de Jesé, el origen genealógico de la
Virgen.
La escena central es el abrazo de
San Joaquín y Santa Ana que culmina en la parte superior con la imagen de María con el Niño.