La
bóveda que remata la linterna de la
capilla del Condestable, obra como el resto de la
fábrica de Simón de Colonia, es otro de los tesoros artísticos que guarda la
Catedral de
Burgos. De compleja nervadura, una atrevida estrella central de plementería calada permite la entrada de la luz cenital. Una clave dorada y con escenas de la Purificación remata el elevado conjunto.