EL PAPAMOSCAS DE
BURGOS
Al llegar a los pies de la
Catedral de Burgos, todo buen turista debe cumplir con el rito de mirar hacia arriba, hacia este autómata que marca las horas tocando la
campana y abriendo su descomunal boca junto a su ayudante Martinillo, que señala los cuartos.
Este popular
reloj ya marcaba las horas en el siglo XIV desde el exterior de una de las
torres de la Catedral antes de su actual ubicación. Para escuchar las horas y ver abrir la boca al reloj del Papamoscas lo mejor es hacerlo a las 12 del mediodía.