UNA PLACITA ESCONDIDA
A un paso de la
iglesia de
San Esteban y en mitad del descenso hacia la
calle de Fernán González se descubre una placita muy poco frecuentada pero que atesora una de las mejores miradas sobre la
Catedral. En realidad, se trata de un ensanchamiento de la calle de
Pozo Seco a la que se asoman las traseras del
palacio de Castilfalé. Perfilado sobre los
tejados de la actual sede del Archivo Municipal de
Burgos se alza, en primer término, la calada galería
gótica de la Coronería, con el ya renacentista cimborrio como lujoso telón de fondo. A la derecha del espectador surgen, elevándose hacia el
cielo, las dos gemelas
torres rematadas por sus inconfundibles agujas de
piedra.