PUERTAS NEGRAS DEL
CLAUSTRO DE LA
CATEDRAL DE
BURGOS
Hacia 1595 y por encargo del obispo Acuña, Gil de Siloé las labró en madera de
nogal. La escena más llamativa representa la Anástasis:
Cristo Resucitado baja al infierno para rescatar a Adán y Eva —además de al resto de los justos que murieron antes de la redención de Jesucristo— de la boca de un terrible
dragón.