La
capilla debe su nombre a a los Condestables de Castilla Pedro Fernández de Velasco y su esposa doña Mencía de Mendoza, condesa de Haro.
El
retablo mayor es obra de Diego de Siloé y de Felipe Bigarny, realizado entre 1523 y 1526. Está dedicado a la Purificación de la
Virgen y la Presentación de Jesús.
La policromía del retablo corrió a cargo de
León Picardo.