Palacio de los Condestables de Castilla, conocido como la Casa del Cordón, BURGOS

El palacio de los Condestables de Castilla, conocido popularmente como casa del Cordón, es un palacio originario del siglo xv que se alza en el casco histórico de Burgos, presidiendo la antigua plaza del Mercado Mayor, que estaba formada por las actuales plazas de La Libertad y Santo Domingo de Guzmán. Sus promotores fueron Pedro Fernández de Velasco, condestable de Castilla, y la condesa Mencía de Mendoza y Figueroa, su mujer.

El diseño inicial es atribuible a Juan de Colonia y a su hijo Simón y se trata de un edificio civil de estilo gótico de gran belleza y armonía, si bien hoy en día se encuentra muy modificado respecto al diseño original. Por todo el edificio hay numerosas representaciones de los escudos heráldicos del matrimonio propietario del palacio (Velasco y Mendoza), y en concreto los dos escudos que hay sobre la puerta principal están unidos por medio de un cordón franciscano, también esculpido en la piedra. Un cordón o unas cadenas colgadas en la puerta de una casa indican que en ella ha dormido un rey, doña Mencía era devota de San Francisco y mandó esculpir el cordón franciscano. Este cordón es el que, en el acervo popular, dio nombre al edificio. Actualmente alberga un centro cultural y las oficinas centrales y sede social de una entidad bancaria.

Rehabilitación
La primera rehabilitación importante se acometió en 1906 bajo dirección del arquitecto Vicente Lampérez y Romea, por encargo del propietario del inmueble, Víctor Conde. El principal objeto de esta reforma era evitar la ruina inminente del edificio. Como resultado se homogeneizan fachadas, y se reordena la distribución de ventanas y balcones. Se reconstruyen los elementos que se han perdido, basándose en documentación histórica y realiza el tapiado de todas las arquerías del patio central, así como de la arquería de la fachada Este. También es el responsable del retranqueo por el ensanche de la calle de Santander, lo que le obligará a derribar por completo la fachada Oeste y reconstruirla de nuevo, lo que hará dándole un aspecto acorde con la fachada principal.

En 1930 adquiere el edificio la Caja de Ahorros Municipal de Burgos. Durante la guerra civil española, y mientras estuvo en Burgos la Junta Técnica del Estado (1936-1938), la casa del Cordón albergó la Comisión de Cultura y Enseñanza. Tras el nombramiento en 1938 del primer gobierno de Franco, fue la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores dirigido por el general Jordana.

En 1953 se emprenden unas pequeñas obras de mantenimiento imprescindibles para que se mantuviese en pie el palacio. En 1968 se otorga la consideración de Monumento Histórico Artístico, solicitada más de cien años antes, en 1860, lo que parece decisivo para que este palacio se salve definitivamente.

Pero la mayor obra, que dará a la casa del Cordón su aspecto actual, se lleva a cabo entre 1983 y 1987, y tiene por objeto restaurar el aspecto histórico original de la casa del Cordón, incluyendo modificaciones que hagan del palacio un espacio utilizable en la actualidad, convencidos sus promotores de que sólo con el uso se garantizará un mantenimiento continuado del inmueble que permitirá su conservación futura.

Se eliminan todos los vanos de la fachada, dejando solamente la puerta original en la fachada principal y dos puertas en la fachada oeste, fachada que como se recordará, no es la original sino que data de 1906. El patio principal se dota de una cubierta de unos 1000 m², en madera y dotada de unos tragaluces que permite la iluminación natural del patio, siendo al mismo tiempo utilizable incluso en condiciones meteorológicas adversas. En la cara norte del edificio, se sustituye la fachada de ladrillo por otra de diseño moderno. En el este, se derribaron las casas adosadas y se abrió una calle peatonal junto a la galería renacentista, que quedó liberada de construcciones parásitas.

En su decoración colaboraron varios artistas. Lucio Muñoz realizó el techo del zaguán y las puertas de la sala del Consejo de Administración. José Luis Sánchez realizó los relieves abstractos del patio. Las nuevas puertas escultóricas exteriores del edificio fueron encargadas a Amadeo Gabino.

En 1987 se inauguró el nuevo edificio, que albergaba las oficinas centrales de la Caja de Burgos. El patio, donde se encuentran los mostradores de atención al público, fuera del horario comercial se usa como auditorio de música. Aparte, el palacio cuenta con un centro cultural que incluye un auditorio y una sala de exposiciones.