El RÍO ARLANZÓN nace en la Sierra de la Demanda en concreto cerca del Pico de San Millán, a 2.132 m sobre el nivel del mar. Los embalses de Arlanzón y de Uzquiza se encargan de regular el caudal del río, situados antes de su paso por la ciudad de Burgos, después de recorrer 129 kilómetros desemboca en el Arlanza, antes de que éste lo haga en el Pisuerga. En la misma ciudad tiene dos afluentes el río Pico y el Vena, afluentes que en más de una ocasión le han hecho desbordarse y llegar las aguas a cotas superiores a los dos metros en la Plaza Mayor, según se puede ver por unas marcas que hay en las columnas junto al Ayuntamiento
El río divide a la ciudad en dos partes que obliga a la existencia de varios puentes, de los cuales pueden destacarse el de San Pablo (jalonado de estatuas en piedra de personajes relacionados con el Cid Campeador), el de Santa María, frente al arco del mismo nombre o el de Malatos que esta construido totalmente de piedra. Le acompañan en su discurrir por la ciudad varios paseos como el de La Quinta o la Isla, y el magnífico parque de Fuentes Blancas.
El río Arlanzón es una de las zonas con más fauna de toda la ciudad de Burgos, junto con Fuentes Blancas. Podemos encontrar especies muy variadas como por ejemplo truchas, garzas, patos...
-Tanto el nicho ecológico como el hábitat del pato son el mismo, pues esta especie consume sus alimentos y mantiene su interacción con el medio en los mismos lugares, es decir en el agua, porque es ella donde permanece la mayor parte de su vida, y solo sale a otros ambientes (tierra y aire) para trasladarse a diferentes lugares, que son igualmente acuáticos.
-La garza imperial muestra una clara preferencia por los eneales para emplazar sus nidos, en tanto que para alimentarse elige aguas someras, dulces o salobres, con abundante vegetación palustre o flotante. Así, se la puede encontrar en lagunas, marismas, orillas de ríos de curso lento, embalses, graveras e incluso canales de riego y arrozales, si bien estos últimos los frecuenta cuando las plantas de arroz adquieren su máximo desarrollo.
Las riberas del río Arlanzón están muy cuidadas. Son zonas verdes y limpias, por ellas podemos pasear y disfrutar de los árboles que les gusta la humedad: chopos, sauces y álamos, en ellos hacen sus nidos los gorriones y las urracas. También hay juncos y matorrales adaptados al agua.
El río Arlanzón nos permite sentirnos en plena Naturaleza.