Plaza Nueva de Gamonal, BURGOS

Gamonal se sitúa en un llano que se extiende por las vegas de los ríos Arlanzón, Vena y Pico. El primitivo pueblo y sus dos edificios más destacados, la iglesia de Santa María la Real y Antigua y el Ayuntamiento, se ubicaban junto al Camino real de Francia, sobre cuyo trazado se construiría después la primitiva carretera N-I.

Tras su anexión en 1955 al municipio de Burgos, serían construidos en Gamonal durante las décadas de 1970 y 1980 múltiples bloques de edificios de viviendas, que lo convertirían en una de las zonas con mayor densidad de población de la capital burgalesa debido al aluvión inmigratorio motivado por la apertura de polígonos industriales en las cercanías. El eje principal era, y sigue siendo, la calle Vitoria (de hecho la principal calle de Burgos con más de 5 km de longitud) por la que transcurría en tiempos la Nacional I (Madrid-Irún), si bien la mayoría del tráfico que antes cruzaba la ciudad pasó a hacerlo por las diferentes vías de circunvalación que se fueron construyendo desde finales de los años 70 hasta la primera década del siglo XXI.

En enero de 2014 darían comienzo las obras de remodelación de la Calle Vitoria en aras de la supresión definitiva de su fisonomía de travesía urbana, así como su conversión en un bulevar urbano, estrechamiento de los carriles de circulación y un aparcamiento subterráneo. Estas obras en su conjunto, con un elevado presupuesto y la sospecha de intereses económicos ajenos a las dudosas mejoras alcanzables, provocaron fuertes protestas vecinales, disturbios prolongados y movilizaciones generalizadas de ámbito nacional, produciéndose en ocasiones altercados violentos. Una de las causas de estas movilizaciones fue la supresión de las plazas de aparcamiento en superficie que traía consigo la construcción del bulevar.

El 14 de enero de 2014, tras varios días de protesta vecinal, el alcalde Javier Lacalle anuncia la paralización de las obras del Bulevar de Gamonal. A pesar del comunicado, siguen produciéndose algunas concentraciones por parte de grupos de desconfiados que, en esta ocasión, más que un desacuerdo con el proyecto en sí mismo, muestran un desacuerdo ideológico con el partido gobernante.