Iglesia de La Merced, BURGOS

por Mari Carmen Bohada Merino
La iglesia y convento de Nuestra Señora de La Merced constituyen un monumento tardogótico de los siglos XV y XVI sito en la Calle de la Merced de la ciudad de Burgos, en la provincia homónima, Castilla y León, España. El templo continúa teniendo un uso religioso como parroquia de los Padres Jesuitas, mientras que las antiguas dependencias conventuales, habitadas por los Mercedarios durante más de tres siglos, están hoy integradas en un negocio de hostelería.
La portada, practicada en la nave del Evangelio, mirando al río, se abre con arco apuntado rebajado y arquivoltas de finas labores vegetales. El arco de la puerta es carpanel y el tímpano se muestra vacío de bultos o relieves. El trasdós queda enmarcado por un arco conopial con cardinas y remate en cogollo, al que flanquean los escudos de armas de las familias Castillo y Pesquera asidos por grifos. El par de finas columnillas adosadas en sus flancos termina de dar a ésta portada el aspecto inconfundible del arte gótico flamígero. La torre con chapitel que se yergue sobre la portada es ya un aditamento neogótico.
Cabecera de la iglesia.
El interior presenta tres naves de cuatro tramos, la central más elevada, que terminan en sendos ábsides poligonales, más profundo el principal, heptagonal y abierto con ventanales ojivales en cuatro de los ochavos. La mayoría de las bóvedas son de crucería compleja, destacando las de los tramos de la nave central y la del crucero, con finas nervaduras dibujando terceletes y combados. Los pilares que forman el crucero están unidos por dos arcos diafragmas en los brazos del transepto.
El retablo mayor original era una obra realizada por Felipe Vigarny y su hijo Gregorio Pardo a mediados del siglo XVI que resultó mutilada tras la desamortización; sólo se conservan del mismo algunos relieves, los cuales actualmente se exhiben en el Museo de Burgos. En 1905 fue colocado en su lugar un retablo neogótico, pero éste se perdió en el incendio de 2001. Posteriormente la capilla principal estuvo despojada de retablo, sin más mobiliario en el ochavo central que el Santo Cristo de la Paz, obra moderna del escultor Miguel Blay, hasta que en el año 2019 dicho Cristo fue trasladado al Sagrado Corazón de Jesús de Gijón. La sillería realizada en madera de nogal, el sagrario de plata, hecho por la casa Tiestos de Barcelona, y la mesa del altar son también obras de arte modernas. En el presbiterio se sitúan los sepulcros renacentistas de los patronos del templo. Son bultos yacentes de pizarra bajo arcosolio, y su autoría ha sido atribuida a Nicolás de Vergara.
Los ábsides laterales alojan sendas capillas con altares neogóticos dedicados a la Virgen de la Merced, encabezando la nave del Evangelio, y a San Ignacio de Loyola, en la nave de la Epístola. En el primero se sitúan tallas de San Luis Gonzaga, San Estanislao de Kostka y San Juan Berchmans, y a su lado se muestra la Sagradda Familia; en el segundo, tallas de San Francisco Javier, San Alonso Rodríguez y San Francisco de Borja, flanqueadas por la Virgen de Montserrat. Son trabajos de principios del siglo XX realizados bajo la dirección del escultor burgalés Saturnino López y con las colaboraciones también de Eulogio de Valladolid y Victoriano Martínez. En la nave del Evangelio se sitúa una talla del Sagrado Corazón de Jesús, obra de T. Parés. En el acceso al presbiterio, una talla de Francisco Javier bautizando a un indio.
El pie de la iglesia presenta un interés especial por su abovedamiento y por el coro, labrado en estilo gótico isabelino por Diego de Siloé. Presenta una artística balaustrada a la que se adosan dos pequeños balconcillos semicirculares y un arco escarzano festoneado. El órgano, con 1296 tubos, fue construido en los talleres Cavaillé-Coll de París en 1905 y presenta estructura de madera tallada en estilo neogótico