Monumento Felix Rodríguez de la Fuente, BURGOS

Un 14 de marzo, nació el naturalista burgalés. Y tal día también murió. La fecha coincide con la celebración del Día Pi (3/14/16 si lo escribimos en el formato anglosajón, que pone primero el mes y después el día). En ese número se inspira la ‘Puerta Norte’, el monumento funerario que José Carazo le dedicó hace 10 años.

Ni águilas sobrevolando la ciudad ni Rodríguez de la Fuente esperando la llegada de un halcón. De la escultura colocada hace diez años en la glorieta Islas Baleares se han dicho muchas cosas, todas válidas si nos atenemos a la interpretación que cada uno hace de la obra. Aunque del sentido estricto de la pieza el que mejor puede explicarlo es su autor, José Carazo, que ha preferido esperar hasta hoy para que cobre todo su sentido. Porque el 14 de marzo de 2016 define como pocos el Día Pi, la fecha que alude al número matemático 3,1416 (utilizando el formato anglosajón, que coloca primero el mes, luego el día y a continuación el año). En ese número de letra griega se inspira el monumento funerario que rinde homenaje a Félix Rodríguez de la Fuente, un hombre cuyo nacimiento y muerte comparten número Pi, aunque no sea tan exacto: Félix nació el 14 de marzo de 1928 (3/14/28) y falleció el 14 de marzo de 1980 (3/14/80).
La letra griega es parte fundamental de la escultura, pero no es el único guiño que Carazo hace al número 3 y a su vinculación con Félix Rodríguez de la Fuente: «El concepto de la obra tiene tres partes fundamentales. Una es la que alude al título, Puerta Norte, en referencia al homenaje que en la Grecia antigua se realizaba a los deportistas vencedores, que al llegar a la ciudad atravesaban un hueco hecho en la muralla, una puerta que luego se cerraba», explica el propio Carazo que lo compara con los arcos de triunfo posteriores, pero sin vinculación belicista. La orientación Norte es la que se le abriría llegando de su Poza de la Sal natal.
La segunda parte alude al mayor monumento funerario que se ha realizado en la historia: la pirámide. «En nuestro caso la hemos realizado de una manera original partiéndola en nueve pináculos, un número múltiplo de tres», apunta dejando para unos renglones más adelante la composición concreta de estos elementos.«La tercera parte es la teórica y para mí la más importante, tanto que me ha llevado a esperar diez años para contarlo hoy, un Día Pi redondo, 14 de marzo de 2016. Todo este tiempo he sido como la Casa Real: no he querido desmentir nada. Cada uno ha interpretado lo que ha visto y me parece bien. Pero hoy es el día para explicar los detalles».

El 3 y sus múltiplos. Alcanzada la fecha, al Premio Nacional de Acuarela José Carazo se le amontonan las ganas de contar la serie de circunstancias que hacen de esta escultura un monumento a la combinación mágica: «Félix es de las pocas personas que en la historia de la humanidad han nacido y han muerto en un Día Pi».
Esta fecha y el número 3 no dejaban de dar vueltas en la cabeza del escultor, así que pensó que tenía que basarse en ello: «Todo me llevaba a este número, no sé muy bien por qué. Cuando me encargan la obra, en 2006, Félix tenía 3 hijas y, en ese momento, 3 nietos. La rotonda tiene 15 metros de radio...».
Así que decidió esculpir el símbolo Pi (que es la puerta) con dos jambas de 9 metros (los palos de la letra griega) y un dintel (la virgulilla, digamos) hecho de 6 piezas de 6 metros de alto y 15 de ancho. «Todo encaja en múltiplos de 3, también los 9 pináculos de 6 metros de altura que salen de una única pirámide regular de 4 lados».
El pináculo del centro, el alma de la pirámide, está horadada con el nombre del creador de la serie El hombre y la Tierra «en una espiral de abajo a arriba para que por las noches rece como una oración budista iluminada por una luz amarilla», advierte divertido.

‘La mirada de Félix’. La propia ubicación de la escultura está cargada también de simbolismo. Desde el banco colocado para la ocasión frente a la rotonda, en la acera de Bomberos, mirando por encima del pináculo central y hacia la parte superior del número Pi, la vista en línea recta coincide con el monumento funerario que se le dedicó en el cementerio de San José (con un error de 15 centímetros medido con topógrafo). Dos puntos geodésicos lo señalan, tanto en la acera de la rotonda como en el cementerio.
En ese banco que ofrece la mirada de Rodríguez de la Fuente está esculpido el poema visual que escribió Tino Barriuso para narrarlo: Un sendero de luz desde sus ojos últimos traza una cruz con la estrella más alta y su descanso. Besa el vértice único al borde del secreto y muere, caminante, en tu mirada. El secreto al que se refiere el poeta no se puede desvelar. Lo único que les podemos contar es que se llevó a cabo el 14 de marzo de 2007 (otro Día Pi y aniversario de Félix) y forma parte de la obra.
(La Puerta Norte fue un encargo de la Asociación de Amigos de Félix Rodríguez de la Fuente y se financió con fondos de la propia asociación junto a la colaboración de Cajacírculo y de las empresas que construyeron la rotonda. El artista no cobró nada por su creación. Fue inaugurada el 15 de diciembre de 2006).