La escultura de doña Jimena pertenece al conjunto llamado ciclo cidiano que está representado en el puente de San Pablo. Esta escultura, como las demás, fue esculpida con piedra de Hontoria de la cantera, un municipio de Burgos, por el artista Joaquín Luccarini en los años 1953-1955.

Doña Jimena sostiene dos palomas que representan a sus dos hijas: María y Cristina (Sol y Elvira en el Cantar). Nos centraremos ahora en el personaje histórico y literario.

Se estima que nació en el año 1046 en Oviedo, hija de los condes de Asturias, bisnieta de Alfonso V de León y, por tanto, perteneciente a la alta nobleza castellana de aquella época. Fue la esposa del Cid con el que contrajo matrimonio en el año 1075 aproximadamente. Su primera época de casada, la pasa en compañía de sus tres hijos: María, Cristina y Diego en el monasterio de San Pedro de Cardeña, donde son custodiadas por San Sisebuto (Abad Sancho en el Cantar) cuando el Cid es desterrado y se va a buscar batallas.

Su segunda época de casada la vive en Valencia, ya junto al Cid, ya que este había conquistado la ciudad, que antes estaba en manos de los moros. En esta época muere su hijo Diego en la batalla de Consuegra y también su marido el Cid. Es nombrada señora de Valencia y permanece viviendo allí hasta que en octubre de 1101 es obligada a abandonar Valencia motivada por su primo el rey Alfonso VI por los constantes ataques a la ciudad del guerrero moro Emir-Al Muneim Yusuf. Se instala en Cardeña de nuevo y conocemos de su puño y letra que en 1113 cede todas sus propiedades al monasterio. Doña Jimena muere en el año 1116, a la edad de 70 años aproximadamente.

Es mencionada en repetidas ocasiones en el Cantar por ser la esposa del Cid y es una personalidad que ha mantenido su importancia durante toda la historia. Es representada incluso en los famosos personajes de la cultura burgalesa, Los Gigantones, junto a su marido. También fue llevada al cine interpretada por Sofía Loren en la película El Cid (1961)